Reputación vs. Integridad.

En los últimos años, hemos escuchado mucho acerca de la reputación de las marcas,  y su impacto en los resultados comerciales. En este sentido, la reputación corporativa se define como el conjunto de percepciones que tienen sobre la empresa los diversos grupos de interés, a partir de su grado de cumplimiento. Por otra parte la Integridad se refiere a los comportamientos  que definen la honestidad y ética de las personas. A partir de estos dos conceptos, ¿cómo construirías tu reputación de marca personal?, he aquí algunas recomendaciones:

1. Cumple lo que dices: Si te comprometes a realizar algo, cúmplelo en tiempo y forma, para evitar generar expectativas rotas y con ello fracturar la confianza que otros depositan en ti. Si no puedes cumplir algo pactado, avisa antes del plazo comprometido.

2. Concluye lo que empiezas: Lograr concluir una actividad, tarea o proyecto que iniciaste, es el mejor indicador de que tan disciplinado eres, y por ende, que tan confiable puedes llegar a ser para llevar a buen puerto algo que se te encomiende. Empieza por tareas pequeñas cómo un libro, una serie de televisión o un rompecabezas.

3. No descalifiques: Expertos en el estudio del comportamiento humano, opinan que en promedio el 80% de nuestro día lo pasamos descalificando o juzgando a otros, lo cual no sólo nos priva de la oportunidad de conocer y aprender las fortalezas de alguien más, sino que es una clara muestra de nuestro nivel de autoaceptación, por ello antes de emitir un comentario negativo acerca de las capacidades o características de otros, piensa que de ellos tienes en tu personalidad.

4.  Comprométete con alguna causa: Parte de tu personalidad y valores se ven impresos en el tipo de convicciones que defiendes o en las que crees, si aún no encuentras la pasión por algún proyecto, prueba con algunos pasatiempos que te gusten, quizá con el tiempo encuentres en ellos una causa que te defina.

5. Cuida tus escaparates: En la era digital en la cual interactuamos, es recomendable cuidar lo que publicas en tus redes sociales y demás fuentes digitales, ya que sin duda, es la nueva carta de presentación y por ende la primera impresión. La congruencia entre lo que dices, haces, y con quién lo haces, hoy más que nunca está a la vista de todos, cuida que lo que proyectas  es lo que realmente eres.